Dar es D A R

lunes, 7 de diciembre de 2009

Quizá no haya hecho nada para cambiar el mundo, pero todos tenemos algo que contar, algo que nos gustaría dejar para el futuro, para que cuando nuestro cuerpo se haya convertido en mil partículas volátiles, alguien nos recuerde. Es por esto que las palabras son una manera de hacernos eternos, de no caer en el olvido. Me gustaría que en el libro de mi vida se hablase tanto de aciertos como de mis fallos y mis errores. De mis virtudes y mis defectos, de mis alegrías y mis penas, de mis manías y mis gustos. En resumen, de mi condición de ser humano y por tanto, de la imperfección que eso lleva. Que he querido con locura, que tambien me han querido. Que me rompieron el corazón en más de una ocasión, que hice mil y una locuras por amor. Que todavía tengo espinitas clavadas y probablemente nunca me desprenda de ellas. Que si no vuelve, nunca fue tuyo, y que si vuelve, es tuyo para siempre. De lo que pudo y no pudo ser. De las cosas que nunca te dije y de que nunca te olvidaré. Que así es la vida, con su cara y su cruz.· Como todo lo importante, ocurriste de repente, sin avisar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario